martes, 13 de mayo de 2008

Ya lo verás

Nace un nuevo bebé y me pregunto... el mío era tan pequeño? Parece tan frágil que ya ni me acuerdo y me da miedo cogerlo por si he perdido la práctica… Sabré aguantar ese cuellecito, susurrarle la melodía adecuada para calmar su desorientación. Y se para el tiempo un segundo… y dejas tus pensamientos aparte para simplemente observar el gran milagro de la vida. Te comparas, te preguntas qué sentías tú en el mismo lugar que su madre. Sentías tanta fortuna, surgían dudas. Pero poco importaba la inexperiencia, es dejarte llevar por el instinto que nunca falla. Y les felicitas con la boca llena, no te dará tiempo a explicarles que no hay nada igual, nada comparable… no te dará tiempo a explicarles sencillamente porque no se puede explicar… y sonries, y piensas: no hace falta que te diga nada… ya lo verás!

(Para Lidia y Unai. Por vuestros momentos futuros.)

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