lunes, 30 de noviembre de 2009

Convulsiones febriles

El viernes tuvimos un buen susto. Xavier sufrió lo que llaman "convulsiones febriles" por picos de fiebre durante una otitis. Se subió a más de 40 y entró en "shock". Para cuando llegó el personal sanitario ya se había recuperado y nos recomendaron dejarlo desnudito con paños de agua tibia en el cuerpo.

Supongo que son cosas que pueden pasar, y pasan, ahora lo sabemos. Así que no está de menos revisar información al respecto:

http://www.aeped.es/infofamilia/temas/convfebril.htm

Pasarse el susto no sé si pasa. Tenemos un nudo en el estómago que todavía aprieta con fuerza. Xavier ya está muy bien y por suerte no ha sido nada. Eso es lo REALMENTE importante ahora, que al "nene" (como así tb lo llamamos en casa) se le cure la 'dichosa' otitis y podamos pasar página. Con más miedos y tragando saliva... pero pasar página.

jueves, 26 de noviembre de 2009

No saben hablar ni expresarse.

Siempre me ha sorprendido lo fácil que es echarle la culpa de cualquier cosa a un niño. Es curioso, que desde tan temprana edad ya tengan que soportar el peso de la culpabilidad que señala con el dedo sin dar lugar a dudas. A veces les culpamos de cosas sin importancia, otras de cuestiones que ni los adultos sabríamos sobrellevar con dignidad. Entonces, qué esperas de un niño? qué es de la autoestima del niño que crece pensando que es un ‘villano’, por equivocación y por falta de defensa propia en un juicio sin tregua.

Porque se puede responsabilizar de cualquier cosa al niño porque no sepa hablar ni expresarse bien todavía. Qué más da si para cuando pueda defenderse seguramente ya se le habrá olvidado todo. Así que hoy... mira! vamos a echarle la culpa al niño que está jugando y no se entera de nada. Incluso vamos a responsabilizarle de nuestros errores, de nuestra falta de tiempo, de nuestro día a día. Que no está de menos descargar nuestros problemas sobre sus pequeñas espaldas... Total, solo es un niño. Un pequeño diablo. Además, vamos a decírselo a todo el mundo! Que todos sepan la pena que tenemos por pasar este mal trago. Tenemos un niño nervioso, hiperactivo, que no hace caso... Y nos ha tocado!

Demasiados niños nerviosos, trastornados, demasiada hiperactividad... por ahí vagando en el mundo que llamamos "desarrollado". Eso me pregunto a veces. Si acaso no son demasiados nombres para reflejar un mismo perfil, el del niño incomprendido. Sin ser todos los que son, ni todos los que estan, ni todos los que se diagnostican, solo faltaría. Pero dejando rastro y dando de qué hablar a muchos padres casi más que la gripe A.

Dejémosnos de hipocresía. De hablar de lo bien que les va a los niños las guarderías, de la desintoxicación familiar para que aprendan a ser independientes, de criticar el colecho y la lactancia materna exclusiva.... Y es que cuando se critican estas cosas parece que algo cambia otra vez, ya nos empezamos a sentir otra vez todos mejor, todos los padres liberados de tanta angustia y responsabilidad. Y así seguimos buscando excusas, para poder decir que lo que hacemos al final siempre lo hacemos por ellos, seamos conscientes o no, de que quizás alguna vez lo hacemos solo por nosotros mismos.

Una vez un padre reñía a un niño por no dar besos en una despedida Una de las cosas buenas que tienen los niños es la sinceridad. Aquella que los adultos disfrazamos de buena educación, por no llamarlo hipocresía. "La buena educación" le llaman y a veces, hasta me da la risa.

Que pena que si miras a un niño mientras le riñen, le echan la culpa de algo, le enseñan a decir mentiras, le corrigen lo indefendible,.. él escucha, mira, se confunde y no dice nada. El silencio que otorga y que les cae como una ducha fría. Pobres pequeños diablos.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Un voluntario.

El otro día no tuve tiempo. Aquí os pongo un fragmento del libro "El caballo de Miguel".

'En una ocasión, un voluntario joven, que todavía no tenía mucha experiencia, habiendo bajado emocionado de una habitación, me dijo que había hecho un gran descubrimiento, me dijo que había descubierto que el sufrimiento es muy sencillo. Le pedí que me explicara qué significaba esta afirmación y qué le había llevado a descubrirla. Me confesó que en los primeros días de su voluntariado se había marchado del hospital algo defraudado y con el interrogante de si realmente merecía la pena lo que estaba haciendo. Al tomar la decisión de hacerse voluntario y pensar en todo el sufrimiento que se encierra tras las paredes del hospital, siempre había pensado en personas tristes, en tragedias y dramas, y el hecho d eencontrarse con niños jugando, con madres sonrientes, con profesionales alegres, le llevó a pensar que ahí no había sufrimiento. En ese día, en la habitación de un niño que jugaba alegremente con él, una madre sonriente le explicó cuál era su situación en realidad, y le dijo lo que significaba para ellos nuestra presencia, pues no había nada que pudiese darle mayor consuelo y fortaleza que descubrir que le importaba a alguien lo que les estaba pasando.

Este voluntario había llegado al conocimiento más importante: casi siempre el sufrimiento está dentro de nosotros, de forma invisible e imperceptible a quien se nos acerca de forma superficial. Es cierto que hay momentos dramáticos en los que no podemos contener la expresión, a veces explosiva, de nuestros miedos y angustias. Pero estos son momentos puntuales, y no siempre tienen una continuidad de verdadero sufrimiento en el tiempo. El verdadero sufrimiento es sencillo, sutil, interior, y va a cambiar por completo nuestra forma de relacionarnos y de experimentar la vida en todas sus facetas.'

martes, 17 de noviembre de 2009

El otro día mientras leía.

Me estoy leyendo un libro muy bonito. Tanto, que el otro día casi lloraba en el autobús de camino a casa. No pasa nada por leer a veces cosas así. Es como acariciar el efímero sentido de la vida. No me avergüenza llorar, es humano. Tan humano que en nuestro proceso de 'reconversión' hacia la 'mejora humana' muchas veces lo olvidamos. Quien dice que el ser perfecto es el que sabe controlar las emociones. Es justo lo que nos diferencia de una máquina... Máquina, tú te lo pierdes, que no sabes llorar!

El hecho es que leía unas palabras que me hacían sentir identificada en cierta manera. Me sentí tan cerca de esa lectura que llegué a sentir que quien lo había escrito era yo. A veces, la vida nos vuelve a dar una lección. Encontrarte de frente otra vez con tu propio yo. Aquel que se oculta pero que late dentro de tí deseando una nueva oportunidad. Sí, así era yo. Y me enfrentaba a mis propios miedos el otro día mientras leía. Y así es como también soy ahora. Con mis valores, mis prioridades y mis locuras también.

Miles de veces he tratado de buscar sentido a la existencia. Nada cercano a lo material, basado en lo minimalista, aquello que se extrae de lo esencial. Algunos objetivos cumplidos, otros por cumplir, otros conocidos, otros que no. Creo que dos veces he encontrado el camino, y más veces me perdí. Y si ahora voy en la dirección correcta? Quién sabe si un día te encuentro y te tiendo la mano. Si te enseño lo poco que sé y te contagio de ese sentimiento tan mío.

Hay muchas personas que sienten lo mismo y están hechas de ese 'extraño' material. No depende de la raza, ni la religión, ni el estatus social. Es lo que nos diferencia a todos. Querer demostrar que la vida son tan solo pequeños trocitos de vida y nada más. Que mientras van pasando los días, el tic tac de tu reloj biológico hace tic tac. Y que solo lo que dejamos en lo demás es lo que perdurará para siempre.

Parece increíble verdad? pero cuanto más generosa he sido en la vida, más he recibido. Es como una droga 'buena' que cura por dentro! Vale la pena probar, no crees? A ser valioso para uno mismo y para los demás, en algún momento. Por si así encontramos el camino, en la necesidad de ayudar y ayudarte de alguna manera. Y es que nunca supe quién ayuda más a quién en estos casos.

Y todo esto lo digo yo que no soy ni la mitad de lo que me hubiera gustado haber sido. Yo que no soy nadie. Que me hundo y me levanto, me enfado y me arrepiento. Mírame. Con mis cotidianas limitaciones. Ya ves. Yo que soy lo que soy. En mi justa medida. Yo… que el otro día mientras leía casi lloro en el autobús.

'El caballo de Miguel' se llama el libro. Y lo encontré por casualidad.

Artículo relacionado:
http://www.plataformaeditorial.com/cont/prensa/docs/lavanguardia-24noviembre-elcaballo.pdf

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Un enanito en casa

Esta mañana le hemos despertado como cada mañana para ir a la guardería. En mi opinión siempre es demasiado pronto... Para ir a la guardería... y para madrugar también. Ha salido solo descalcito hacia el comedor. Es la primera vez que lo hace y he pensado: mírale, ya es un hombrecito!!!!

No puedo evitar tener esa sensación de que el tiempo pasa más rápido de lo que me gustaría. Es como sentir que cada minuto a su lado es único e irrepetible... Y en parte, eso es lo que hace cada instante más valioso. Tengo un pequeño enanito en casa que me deja regalos todos los días… Conoces a alguien así?

Me dan pena los padres que no se paran a disfrutar de los momentos diarios con sus hijos. Que no piensan en esas pequeñas cosas que tanto ellos como sus hijos necesitan. El agobio, el trabajo, el estrés... Y todo eso para qué? Solo un hijo es aquel ser mágico, único e irremplazable, capaz de recordarte a diario que eres imprescindiblemente imprescindible. Valga la redundancia y sin exageraciones. El único que no te venderá al vecino por reestructuración de personal.

A veces pienso demasiado y en parte, creo que eso me da un valor añadido. No sé qué es la vida si uno, para empezar, no sabe escucharse a si mismo. Cuándo fue la última vez que has sentido como una caricia es tan perfecta que hace daño. Que un vaso de agua es más vital y poderoso cuando está en la habitación de un niño. Que el frío es más gélido y agresivo cuando roza la cálida piel de un bebé. Sensaciones nuevas que descubres mientras sientes que nunca te has sentido así, tan vulnerable.

Últimamente decimos que Xavi ha nacido para Casteller, o más bien para "enxaneta" porque se le puede ver trepar por tus piernas, tu espalda, en cualquier momento. Todo él es increíble: Subir por todas partes... como si le fuera la vida en ello...

A veces lo recuerdo. Otras veces lo pienso y asumo, que sí, que a veces me olvido de cosas. No siempre consigo recordar aquel momento en que hizo algo por primera vez. Y me contengo la impotencia: Mi niño está creciendo y nunca tuve buena memoria. Es el precio que paga la exigencia.

Qué hacer para que el reloj no siga avanzando a esa velocidad de vértigo? Tú no la notas a veces? Es como vivir acelerando, vivir intensamente... pero también a veces y como a mí… no te da miedo?

domingo, 1 de noviembre de 2009

Palabra fuerte y estridente.


"mala!" me ha dicho "mala" otra vez... Por qué "mala"? "Mala" debe ser como algo malo, algo que no quieres porque es malo. Suena mal "maaala" Suena fuerte y estridente, nada bueno seguro! Y Yo soy así? debe ser como la vez que se me cayó la primera galleta sobre la alfombra ... me llamaron maaala y desobediente. Ahora las agarro con tanta fuerza que se deshacen en mis manos... Y también me llaman "malaaaa"... mala y egoísta ... Pero suena diferente! Sí! Será por eso! por eso que soy mala, que se me deshacen las galletas en las manos. Ya no sé cómo cogerlas para no manchar la alfombra! Pero "maaala"es como algo que no quieres porque es malo. Como cuando cojo otra galleta y sigo practicando. Otra vez el mismo grito de "niña mala y consentida". Mala debe ser porque no aprendo. Sí! porque soy torpe con las galletas! y desobediente y egoísta y consentida, como algo malo que no quieres porque es malo. Así soy yo mamá? Y aún así me quieres? No sé… cada vez estoy más triste... debe ser normal cuando eres mala... Pero mamá no es mala y también está triste. Sabes? Voy a cambiar mamá! Para que estés contenta! A mi me gustan pero... mañana dejo de comer galletas.

Y esa niña pensó demasiado. Como hacen los niños. Tratando de encontrar un sentido racional al acto irracional de unos padres.