lunes, 29 de diciembre de 2008

Así se mide la crisis...





Desde aquí todo mi apoyo y participación. Entre todos podemos hacer seguir aumentando el marcador y difundiendo esta campaña. Mi número ha sido el 4060! Ojalá la cifra ciertamente se convierta en el niño número 4060 tratado contra la desnutrición. Ojalá realmente con nuestra colaboración podamos hacer algo por tantos niños en el mundo. Aunque sinceramente, ojalá no hiciera falta!

lunes, 22 de diciembre de 2008

Dulce Navidad


Parece que ya llega la navidad un año más... Pero este año la estoy viviendo de una forma distinta, no sé... Tal vez porque soy madre y porque Xavier ya tiene buena conciencia de todo lo que le rodea. Es difícil saber por qué hasta día de hoy la navidad no era más que otra época del año. A veces incluso un poco "deprimente" pensaba yo, en aquellas tardes que salías de una comida familiar a las 6 de la tarde y no veías un alma por la calle. Pues ahora se me presenta de otra forma, las mismas costumbres pero nuevas ilusiones. La navidad ahora es mágica, vuelve a convertirse en lo que un día fue para mí cuando también empezaba a tener buena conciencia de lo que me rodeaba. Y es que la navidad parece un buen invento hecho a medida de los niños... Así que este año voy a dejarme llevar y vivirla un poco más...

Sábado por la tarde, ya ha oscurecido y entre la multitud del ir y venir de la gente comprando cosas, Xavier y su mama se encuentran parados. Se han tenido que quedar detrás de un árbol plantado en la acera para evitar que la gran densidad de personas cruzando el semáforo les arrollen. Y allí están, curiosa visión, tranquilos entre el caos, capaces de concentrarse en ellos mismos y en el momento. De vez en cuando se llevan un empujón y ni eso les distrae. El árbol en el que se encuentran está justo delante del Corte inglés de Plaça Catalunya y parece un buen lugar estratégico para contemplar las luces que adornan la fachada. Minutos antes, Xavier y mamá se encontraban justo en la puerta hablando con un papanoel que les ha regalado 1 caramelo. También entorpeciendo el ir y venir de los consumidores, "pero la navidad es para todos" ha pensado la mamá de Xavier "para los que compran en el Corte Inglés y los que no".

De pronto, desde el árbol han visto que se han apagado todas las luces. Xavier se encuentra fascinado en su carrito de niño, esperando que suene otra vez la música que acompañará el encendido de luces. Así una vez, dos veces y vuelta a empezar. Hay algunos jóvenes con carteles de "regalo abrazos" justo delante de ambos y la gente a veces se para a recibirlos y se hacen fotos. Aquí, en Plaça Catalunya, se vive la navidad.

La mamá ahora se encuentra agachada junto al carrito de niño y empieza a describir tantas cosas sobre el decorado navideño a Xavier al oido, porque entre el tumulto le resulta difícil hablarle a distancia. Ella está difrutando de ver disfrutar tanto a Xavier…

Y entre tanta explicación, una mujer se ha parado justo delante de ellos. Levantan la mirada y ven una mujer mayor, de pelo blanco y bien recogido, que parece que quiere decirles algo. "Qué guapo eres!" le dice la mujer con los ojos brillantes a Xavier y añade mirando a la mamá "Hace años yo también traia a mis hijos a ver el Corte Inglés en Navidad. Ponían un gran pesebre" La mamá de Xavier se queda parada como recordando y haciendo memoria le contesta "sí, cuando era pequeña mis padres también me traían". Y la mujer, parada haciendo frente a la multitud del semáforo que ahora está en verde, se dispone a seguir caminando antes de que la arrollen. "Feliz navidad" añade... "Igualmente" dice la mamá de Xavier agradecida.

Y de pronto un dulce escalofrío recorre el cuerpo de la mamá, que se ha quedado sorprendida y feliz de escuchar las palabras de esa mujer desconocida pero tan entrañable. Le ha hecho pararse un momento a verse a sí misma y a Xavier, allí mismo parados detrás del árbol mirando fascinados las luces de navidad frente a la puerta del Corte Ingles y ahora le parece una visión tan especial. Se ha quedado inmóvil y piensa en lo mucho que le gustaría inmortalizar el momento "como cuando yo era pequeña y me traían a ver el pesebre"… Así que coge su móvil y hace una foto... en eso está pensando casi entre lágrimas de tantos buenos recuerdos. Pensando también en por qué esa persona desconocida se ha parado un momento entre el caos a felicitarles la navidad. La idea le resulta como mágica y siente que le tiembla hasta la voz. La mujer ya se ha perdido entre la multitud y la mamá se ha vuelto a agachar para seguir hablando al oido a Xavier.


Desde aquí, desde la puerta del Corte Inglés con mi disfraz de papanoel, no puedo saber lo que le dice a Xavier exactamente. Pero creo que de alguna manera ambos han encontrado un nuevo sentido a la navidad.



Felices fiestas para todos y próspero año nuevo 2009!!!! Os he puesto una imagen de Mickey Mouse porque a Xavi le encanta :-)

martes, 9 de diciembre de 2008

Sin pensar demasiado...

Maria se ha levantado con ganas de no pensar demasiado. Habría agarrado con fuerza a Carlos antes de cerrar la puerta de casa, pero lo ha visto salir y se ha preguntado "por cuántos y largos días no volverás esta vez"... No conoce el número exacto. No quiere pensar en que ayer pensó demasiado. No quiere imaginar cuánto le ha costado a Carlos cruzar la puerta porque no quiere imaginar cuánto le está costando a ella misma también. La primera vez pudo ser más difícil y ahora, tan acostumbrada y sin acostumbrarse, no es capaz de expresar nada al oir el golpe seco de una puerta que se cierra. Maria sabe que todo irá bien. Pero su hijo Daniel se ha levantado y ha mirado alrededor, como buscando algo... entonces Maria ha sentido un pequeño vacío. Hoy llueve y ha pensado que quizás la oscuridad de la mañana y el cielo encapotado no ayuden demasiado. Pero Maria, de alguna forma, se siente fuerte y optimista. No le cuesta reconocer que tiene y tendrá momentos bajos. Cuando tiene ganas piensa en ello, lo asume, lo proyecta, y eso le ayuda a superarlos. Piensa que si hay que adaptarse es lo que hay, la puerta está cerrada y aquí dentro ahora estamos los que estamos, no hay más... Maria sigue sin pensar demasiado, se reserva y así está contenta. Si le han preguntado por cómo se sentía esta vez ha contestado que muy bien y no ha mentido. Pero María a veces duda y no lo cuenta. María sabe que hay cosas que el dinero no compra.