miércoles, 1 de octubre de 2008

Tal y como quieres que sea.

Es incondicional el vínculo que se crea entre madre e hijo. A veces soy demasiado clara en estos aspectos, una madre es todo aquello fundamental en la vida cuando nace la existencia. Incluso esa relación tan sumamente especial ya es factible desde el momento de la fecundación. A partir de entonces, simplemente una madre será la fuente de su vida!

Una madre es vientre materno antes de nacer un bebé, es alimento cuando crece fuera y dentro de la barriguita... Lo habéis pensado? las primeras palabras que escucha un bebé son las de su madre retumbando en su interior, la primera caricia que reciben desde el exterior, cuando esperas tan tempranamente notar una patadita, su primer hogar cuando aún todo es tan desconocido ahí fuera.

Que nadie nos diga que sabe lo que es si no ha parido un hijo y que nadie nos quite el derecho de vernos tan esenciales, seres inigualables para un ser que acaba de nacer. Es un milagro, de principio a fin. Y ese gran regalo que nos ha dado quienquiera que nos lo haya dado, la experiencia de ser madres, es un sentimiento único e inexplicable.

Que nadie te diga que vas a ser una madre moderna y que por igualdad tendrás que renunciar tu baja de maternidad/tu reducción de jornada, porque por definición no somos iguales y seguramente tu hijo te necesita más que a nadie. Tu recuperación después del parto también es importante. Tu acondicionamiento en esta nueva etapa de tu vida. Tal vez si no eres madre ahora no lo entiendas, pero cuando lo tengas entre tus brazos pensarás en que os necesitáis tanto el uno al otro que harás lo posible por compartir la vida.

Que no te comenten que por estética tendrás que renunciar a dar el pecho porque desde la experiencia te digo que seguirás estando perfecta. Escucha a tu instinto natural pues amamantar no solo es alimentar, es vivir un momento perfecto en que tu persona además es irremplazable.

Que nadie te diga que tienes que ser buena profesional y perfecta en todo. Haz lo que creas sea mejor para tu hijo, tal y como mejor te sientas tú también. Y que, en ese momento en que tu vida toma un nuevo rumbo nadie te exima, de ese derecho universal que tienes, tan auténtico tan pasional tan merecido de sentirte tan madre como todas.

Que es un instinto, y los instintos no se limitan. Escúchate a ti misma y disfruta de tu agradecido papel de madre en tu día a día. Que sea tal y como quieres que sea!

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