miércoles, 15 de julio de 2009

La desgracia es caprichosa.

La notícia la escuché mientras daba de cenar a Xavier. Me parecía incomprensible. Casi sin hablar, con los ojos apunto de estallar y la mente pensando en ese bebé, en ese padre, en esa madre ya muerta también. No sé, la desgracia es caprichosa a veces, por qué tanto dolor, es posible superarlo? Lo pienso y sigo sintiendo ese escalofrío incomparable al de un padre que recibe la noticia. El discurso está servido, hablarán de un error, tal vez de dos, pero eso poco consuela a las puertas de otro funeral. No puedo evitar sentir que ya no sé qué siento cuando una vez más se pierde la esperanza. No sé cómo se puede vivir con eso o si se puede, al menos. No encuentro respuestas ni las preguntas adecuadas, no pienso ahora en los responsables. Pienso en cómo digerir la noticia y en si algún día lograremos un mundo más justo. No encuentro las palabras, solo me repito “No puede ser”… Y en la televisión ese padre… “No puede ser” me repito.

1 comentario:

mirenuria dijo...

Escalofriante. Ese niño tendría que estar VIVO y esa familia no va a superar nunca tanta desgracia. Pobrecito, y pobre padre.