Mi experiencia "lactante": El chupete

No resultaría fácil... y eso que Xavier se enganchaba bien desde el principio, o eso parecía... En el hospital ya se hizo notar, era un niño que lloraba bastante, costaba relajarlo a no ser que fuera en el pechito de la mami. Por ello desde el primer momento ya te surgen las dudas: tendrá suficiente con el calostro? o mejor dicho directamente me preguntaba "pero de verdad tengo calostro?" jajajaa No dudaba en preguntar una vez más y otra vez y siempre recibía las mismas respuestas: su estómago es pequeño, no se quedará con hambre, simplemente será un niño "regujito" jajajaa Con lo que yo creí entender que se refería a aquellos niños que les molesta la pancha más de lo habitual... Vale! me autoconvencí que no era por hambre (un gran punto a favor de las pediatras que me informaban al respecto), aún así contínuamente en el pechito por si acá... pero cuando lo separaba por algún motivo, otra vez a llorar... Entonces llegó el gran consejo por boca de una enfermera "Como es tan llorón, puedes colocarle un chupe..." "Un chupete? Creo que esperaré" Me preguntó pq y le dije "para no interferir en la lactancia" a lo que recibí una contestación de "qué tiene q ver?" Sin palabras me quedé... Ahora parece una conversación vana y con poca importancia, pero cuando estás cansada, tu bebé despierta sin parar al bebé de tu compañera y las dos (ella y la enfermera) te miran con cara de "ponle un chupe!", no sé qué fuerza mayor me empujó a seguir con mis convicciones. Os aseguro q estuve a esto de colocarle un chupe. Reconozco que aún así esperé 10 largos días en intentar ponérselo (no un mes como debiera), y sabeis? jajajaa no lo quiso nunca, y hasta hoy es de esos nenes que se chupan el dedo algunos momentos del día. Para mí es una virtud, y aunque inicialmente no lo valoré positivamente, en poco tiempo la naturaleza se impuso dulcemente. :-)