A veces intento expresar lo que siento siendo madre... No lo consigo, me refiero a describir bien mi entusiasmo en tantas cosas que a veces pasan como inadvertidas... P.e. cuando Xavier le dice a una persona desconocida aquello de "mamá" mientras me señala con el dedo... Contestan "ah si? esa es tu mamá?" Y Xavier parece que se queda complacido. Entonces me hago muchas preguntas que quedan sin resolver: p.e. qué pasa por esa pequeña mente de niño? Pero la evidencia está servida, y Xavier tiene una mamá que soy yo y parece que quiere que todo el mundo lo sepa.
No puedo imaginar un mundo sin madres. A veces, la gente se revela ante mi propia reflexión cuando afirmo ciertas cosas sobre algunas ventajas que tiene ser de nuestro sexo. Mi subjetiva idea es que no somos iguales las mujeres de los hombres, y podemos enfocarlo de dos maneras: lamentablemente existe una negativa que se refiere todavía a las diferencias sociales, salariales, etc... Y una visión mucho más positiva (aunque hay quien la tacha de negativa) que es la ventaja más ancestral y natural de poder traer niños al mundo.
Desde que tengo a Xavier mi visión es la que es. Las mujeres tenemos un don, una ventaja, una misión que no pesa, más bien beneficia. Y el mundo se mueve en torno a nuestra aportación. Me gustaría aprovechar esos instintos realzados que surgen como a gritos de nuestra identidad de madres para convencer a todos de quienes somos y lo que somos capaces de hacer por amor. No sé qué tiene la maternidad que te trastoca la vida. Te lo pone todo del revés y te activa una visión más moralista y espiritual de las cosas. Se puede utilizar esa energía para conseguir algo bueno en este planeta... Estoy convencida.
Aunque de momento y mientras nos preparamos para la revolución (hay quien ahora se echará las manos a la cabeza jajajaaa) los niños del futuro ya nos señalan con el dedo. No sé, hay algo grande en eso, no crees?
martes, 10 de marzo de 2009
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