Una madre lo sabe. Sabe exactamente lo que necesita su bebé. Se la da, y si su hijo no respira, le devuelve otra vez la vida. No hay nada comparable. Se me ha encogido el corazón de la emoción. Así son... y seguramente así somos... por increíble que parezca.
http://www.dumpert.nl/mediabase/656611/d1dfcfee/live_olifant_geboorte_tv.html
Como un milagro que renace del instinto materno... tan perfecto, naturalmente.
lunes, 14 de diciembre de 2009
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