Pues hace días que no escribo. Siento estar algo desconectada, pero la verdad, últimamente me queda tiempo para poco o casi nada. Hoy voy a hablar de cómo está, cómo es la mami de Xavier… Cómo se ve internamente, cómo se reinventa cada día y se descubre como una persona íntegramente estable, formada y responsable.
Pues sí, llevo casi un par de semanitas sola, haciéndome cargo del peque de forma íntegra si restamos el tiempo que paso en el trabajo. Ahora resulta que no serán 16 días, sino que la cifra se aumenta a 22. Y sabéis? No pasa nada! Así lo siento. Por qué? Porque lo llevo bien y aunque antes haya dicho eso de “llevo casi un par de semanitas sola” la verdad es que no me he sentido así, no me siento estrictamente sola. Según su significado podría deducir que “estar sola” sería “sentirme en soledad”. Tal sentimiento ahora mismo me parecería una estupidez.
No es solo que Xavier me de la mitad de mi vida en compensaciones y alegrías a diario, y eso me haga sobreponer lo bueno de disfrutar de su compañía a todo lo demás. No es solo eso, y con eso ya bastaría. Así que ya es decir! Es sentir que quien no está físicamente se preocupa, acorta las distancias y me sorprende con talante comprensivo de quien sabe ponerse en mi lugar. Es que alguien valore lo que haces para tú sentir que no tienes de qué preocuparte porque lo estás haciendo muy muy bien, porque alguien te lo dice y no se le olvida, y te lo recuerda también.
Me siento como una persona reforzada, así es. Me ha sobrecogido mi voluntad, su voluntad, mis ganas de estar bien, su forma perfecta, yo añadiría admirable, de estar bien. Y es que, a veces lo pienso, debe ser muy duro estar separado de Xavier durante 3 semanas. Eso sí tiene mérito! Y con talante comprensivo me pongo en tu lugar también, y lo valoro y te lo digo, y no lo olvido y te lo recuerdo.
Y soy consciente de que he tenido un momento bajo, si se me permite tan solo uno, en casi dos semanas: fue el martes pasado. Y aún en ese momento no me falló la intuición, solo necesitaba reconocerme a mí misma la sensatez de estar cansada de hacer tantas comidas, las lavadoras, ir a comprar... todo lo posible en un día. Ahora me pregunto si ese sentimiento de “momentos de bajón” debería aparecer más veces en estos casos, si debe ser lo natural… Y me sorprendo de mí misma otra vez y dudo si más tarde llegarán todos juntos de la mano.
Pero poco hay que pensar... Solo que ya queda menos… :-)
domingo, 14 de septiembre de 2008
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